Es
común presentar las TIC en relación a su principal implementación (Internet).
La formulación académica del concepto TIC tiene por objeto aportar claridad
para dotar de sentido a conceptos aún más abstractos y difusos como sociedad
del conocimiento (la cual se asume que fue acuñada por Peter Drucker). Las TIC
tienen como fin la mejora de la calidad de vida de las personas dentro de un
entorno, y que se integran a un sistema de información interconectado y
complementario. Las TIC, entonces, serían un solo concepto en dos vertientes
diferentes desde el punto de vista de las ciencias sociales donde tales
tecnologías afectan la forma de vivir de las sociedades.
Su uso y abuso exhaustivo para denotar
modernidad ha llevado a visiones totalmente erróneas del origen del término.
Sin embargo, desde el punto de vista técnico se trata de un amplio espectro de
disciplinas interrelacionadas. En sociología y política, la expresión TIC se
utiliza para englobar habilidades necesarias para el uso de los dispositivos
tecnológicos, que usualmente son dispositivos informáticos (almacenamiento,
procesamiento y transporte de información), con finalidades concretas como, por
ejemplo:
•
Formación educativa
•
Organización y gestión empresarial,
•
toma de decisiones.
Por
ello, para las ciencias sociales y analistas de tendencias, las TIC no se
refieren a la implementación tecnológica concreta, sino de aquellos otros
valores intangibles que son el estudio propio de dichas disciplinas. Por
ejemplo, según una determinada interpretación bastante popular, serían
democracia, y nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC),
dos conceptos que viajan en una misma dirección. Así, la democracia digital es
el objeto del punto de vista sociológico para la cual los artefactos
tecnológicos TIC son meros medios y recursos. Como democracia digital en este
caso se entenderían las libertades y la posibilidad de transparencia de las
gestiones gubernamentales, que se podrían llevar a cabo con estos dispositivos
y técnicas TIC.
USO
RESPONSABLE DE LAS TIC
Con
el avance de internet nacen asimismo las aflicciones de la virtualidad, la
agresión, los efectos del anonimato, el robo de contenidos, la utilización de
la información personal divulgada para fines diversos de los que fueron cavilados
por el consumidor, la falta de intimidad, y otras más, aunque la realidad fue
que se ocuparon diferentes entidades relacionadas a la educación y a la conservación
de los derechos de los niños, y promovieron la tarea de examinar y recapacitar
en estrategias que protegieran a los chicos y a instruirlos para vislumbrar las
relaciones virtuales.
POR PARTE DE INFANTES Y ADOLESCENTES” INTERNET_SEGURA.GIF
Desde
hace varios años y ante el desarrollo de internet como una fuente de
información, y como la red donde se publica todo sobre la gente desde los blogs
y sociedades virtuales, comienzan a verse las pesadumbres de la interacción, la
provocación, los efectos del anonimato, el hurto de textos, la publicación de
la información personal para diferentes fines que fueron pensados por el
usuario, la falta de privacidad, y mucho más, esta realidad llevó a la inquietud
de entidades vinculadas a los aprendizajes y a la conservación de los derechos
de los niños por analizar y madurar estrategias que produjeran protección a los
niños y a prepararlos para entender las relaciones virtuales. En este marco se
habla mundialmente de “Safer Internet”, que en español se conoce como “Internet
segura”.
En
una primera proximidad a la problemática, este nombre parecía adecuado, aunque,
haciendo un camino con niños y con educadores, se consideró que este nombre no es
lo adecuadamente contenidos para encerrar
en él todas las variables que encierran el juego. Años atrás, la inquietud al empezar a
trabajar se centralizó esencialmente en
los riesgos procedentes del “afuera” (principalmente la cadencia estuvo puesta en malhechores que utilizaban
la Web como medio de acceso a los niños y niñas, entre ellos pedófilos, redes
de tráfico, entre otros. En esa instancia, el encargo presentado a los
chicos y jóvenes fue sobre cómo forjar destrezas para que ellos y ellas asimilaran
como defenderse de esas osadías, por esto, se procesaron pautas encargadas de
la interacción y se establecieron maneras de juego y de meditación que accedieran
emprender el tema en la clase. Aunque ese aspecto tan trabajado es intensamente
importante, real, y existen convencidos de que no debe inadvertirse, se hace forzoso extender el sentido de una “Internet segura”
a la noción de “Uso Responsable de las TIC”. Deduce que esta nueva tesis suma,
por varias mociones:
Contiene
el uso de otras tecnologías, no solo internet (celulares, cámaras digitales, entre
otras), asimismo como los medios y las aplicaciones que permite la Web 2.0,
manipulando una ordenador, no debemos dejar de lado el impacto de la monopolización
de los celulares en los pequeños y en los adolescentes. Además abarca al conjunto
de técnicas que hacen a la realización de audiovisuales, retratos, que después
son socializadas por medio de la Web, que centraliza la realidad de que la
agresión viene de “afuera”, de extraños, también, que los mismos niños y
jóvenes, en diversas ocasiones, son los provocadores. Los prodigios relacionados al anonimato,
el bullying como peculiaridad de
interacción, el no respeto por la imagen del otro, son moneda usual entre los jóvenes. Es conocido
que los efectos de estos ataques logran llevar a circunstancias límite para la
víctima, dada la accesibilidad de las tecnologías en la vida íntima y el resultado
invasivo que estas poseen. Y estas interacciones belicosas, la generalidad de
las veces, se facilitan entre los mismos compañeros de curso. Consecuentemente es una cuestión que asimismo
le incumbe al colegio, aun cuando estas circunstancias se revelen solo en lo
virtual, sin embargo se sabe que habitualmente no es así, sino que lo virtual
es un intermediario más donde se fomentan formas de agresión que siempre se ocasionan
“cara a cara”. Son numerosos los casos
en que la escuela piensa que estas cuestiones son ajenas a su cargo, ya que son
hechos que ocurren “fuera de sus muros”. Ya no se puede omitir esta clase de entornos
si se considera que los mayores responsables tienen un papel en la formación en
proporción con estos temas.
Incorpora
conocimientos de ética, coexistencia, intimidad, cuidados del cuerpo propio y
del otro, respeto, para una interacción “cuidada” en los ambientes virtuales,
de la misma forma que se trabaja sobre los mismos ejes para beneficiar la
interacción “cara a cara”. La ilustración de las normas de ética y
convivencia maneja los vínculos entre los individuos. Estas reglas no deben ser desiguales para las relaciones
que se instituyen en la virtualidad, en cambio este “mundo” debe permanecer en
las leyes sociales del respeto al otro,
la tolerancia, la garantía de la privacidad, la confiabilidad, entre otras. Como en la vida real, “el pequeño tiene que educarse
constantemente, para entrar en relación con el otro, acompañar, reconocerlo
como su afín pero también como un ser diferente”: así inicia Meirieu [1] el concepto de aprendizaje de la
alteridad, que además es necesario agregar a la hora de interactuar con otro empleando
tecnologías.
Concentra
la dimensión y los estatutos intrínsecos de cada medio, los chicos y los jóvenes deben comprender que
las interacciones virtuales tienen efectos en la vida real. Ayudar a que los niños aprehendan las distancias
temporales y espaciales que hacen de la Web un sitio infinito y sutil; vislumbrar
que lo divulgado pasa de lo personal a lo público, no es una generalidad que
los chicos y los jóvenes cercanos a la
inmediatez y al deleite inmediato vislumbren per se. Según
Burbules, “Ellos saben ¡deben saber! que
es información pública, otros individuos pueden verla, pero no perenemente son consecuentes
de los efectos o implicaciones a mediano o largo plazo que alcanza publicar
esta información en la Red”. Beneficia
la visión de que los medios deben ser empleados apropiadamente, en el entorno y
la situación en que se encuentra el usuario.
Un uso responsable de las tecnologías siempre debe suscitar la reflexión
sobre los modos en que se usan los “aparatos” tecnológicos que existen en cada
momento de la vida. Diego Levis implanta
de este modo, por ejemplo, el uso del celular: “Es indudable que el uso del
teléfono celular provee muchos aspectos de la vida diaria. En otros origines, su uso imperceptible puede incitar
molestias o incluso condiciones de peligro. Es usual encontrar gente que utiliza el
aparato celular como un medio para tratar de ratificar sus relaciones de
pertenencia y así batallar el efecto de recogimiento, de aislamiento que,
paradójicamente, siente el habitante de las grandes ciudades. En cualquier zona
y período, si suena el teléfono nos aceleramos a atenderlo, indiferentes al escenario
en el que se encuentren, pareciera que no se dan cuenta de los peligros que provocan
un accidente, perjudicar un negocio,
desgastar una relación afectiva o sencillamente faltar el respeto y molestar a
nuestros semejantes.
Suscita
la formación de juicio para un uso beneficioso de las tecnologías. Cuando hacen relato a que los niños y los
adolescentes precisan formar cordura en
relación al uso que hacen de las TIC, hablan de formar personas con capacidad
crítica acerca de la información que transita en la Red, que logren entender,
que sean facultados para optar, para conocer el valor de las cosas. Esta es una entrega transversal además a otros
asuntos y que toca a las relaciones mediadas por la tecnología. Entonces, es hora de definir el lugar del
adulto en este campo. Es cierto que son ellos –los chicos y los jóvenes–, los
que están un paso más adelante que los adultos en la rapidez y la lógica con que
utilizan algunos de los programas y artefactos tecnológicos, pero esto no
significa que el adulto no pueda encontrar su lugar en esta relación.
El
lugar reservado para el adulto –padres, docentes, referentes de la salud– tiene
que ver con ser capaces de construir marcos comunes con los alumnos para
comprender el alcance de la comunicación mediada por las tecnologías, poder
enmarcar las relaciones virtuales en las reglas de convivencia y ética,
promover interacciones significativas para el aprendizaje, y favorecer la
socialización, la colaboración y la construcción de comunidad.
Es
necesario, para poder acercarnos a los chicos en este tema, ser capaces de
descentrar del lugar de adultos, y cambiar la mirada: adentrarnos en los
usos que los chicos y jóvenes dan a las tecnologías, para comprender su lógica
de uso –sumamente diferente de la de los adultos que usamos las mismas
aplicaciones–, las necesidades que estas
pueden satisfacer, los modelos que siguen, las formas en que se relacionan con
los demás, la pertenencia a grupos (o no pertenencia), el significado de lo que
comunican. Este es el desafío del docente, comprender –sin necesidad de ser un
experto en tecnologías–, ir más allá de las habilidades técnicas para acercarse
al significado de las modalidades de vínculo… y poder trabajar desde ahí. Porque es desde ese lugar que se puede
favorecer la formación de jóvenes críticos, con conciencia de lo que está bien
y lo que está mal, de lo que es la tolerancia, el respeto, la noción de
privacidad, para que también los intercambios mediados por tecnologías queden
enmarcados en estos aprendizajes. Esa es
la manera más adecuada en que podemos, desde el rol adulto, construir con
ellos, para que puedan moverse en la virtualidad de manera “segura”, y ante
todo “responsable”. Es la forma más efectiva que tendrán para protegerse:
poseer las herramientas que los hagan criteriosos y personas respetables y
respetuosas del otro.
ACTIVIDAD
1. Cómo debe utilizar adecuadamente internet?
2. Porqué tenemos que integrar las tic en la educación?
3. Cuál es la razón para que los adolescentes usen excesivamente el internet?
4. Las tic y el internet se complementan?, justifique
5. Cuáles son los peligros más comunes en internet?
6. Cómo se hace buen uso de internet?
7. qué uso hacen los alumnos de los recursos que ofrecen las nuevas tecnologías?
8. Redactar un decálogo orientado a los alumnos de la escuela usuarios de las nuevas tecnologías y a través del cual se recuerde lo que pueden y/o deben o no hacer con dichos recursos.
9. Preparar una presentación en PowerPoint con un máximo de diez diapositivas exponiendo distintas situaciones donde se refleje el buen uso de internet y/o del celular.
BIBLIOGRAFÍA
[1]
Philippe Meirieu “El significado de educar en un mundo sin referencias”.
Conferencia del 27 de junio de 2006 para los Institutos de Formación Docente.
Ministerio de Educación de la Nación.
[2]
Nicholas Burbules “Para pensar la educación del futuro, los impedimentos de hoy
no son obstáculos tecnológicos sino impedimentos de la imaginación”. Diálogo
con EducaRed.
[3]
Diego Levis “Vivir en el celular: la compulsión por estar siempre conectados”.
Publicado en Clarín, octubre de 2007.
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